Si se piensa en la economía como en uno de los modos –no ciertamente el único– de aumentar nuestra capacidad de comprender los acontecimientos del mundo social y de tratar de mejorarlo modificando determinadas cuestiones, el economista no puede autodelimitar su radio de intervención solamente a cuestiones de eficiencia. Y sobre todo, no puede fingir el ignorar que cuanto más amplio se vuelve el alcance de las decisiones a tomar, tanto más se hace necesaria la tarea de explicitar los criterios de valor sobre cuya base hace las elecciones. Todavía muchos economistas, frente a la pregunta si el conocimiento económico debe ser juez de los objetivos que persigue o un mero ejecutante de técnicas, responden eligiendo lo segundo. En Sobretesis preferimos la primera perspectiva, y creemos que la economía, debidamente planificada y basada en principios de equidad social, puede constituirse en una herramienta para la transformación del sistema capitalista e inhumano que padece la mayoría de la humanidad.
Más allá de nuestro posicionamiento ideológico, hemos realizado varios estudios sobre la macroeconomía de países americanos, europeos y asiáticos, estudios sobre conformación de clusters, valor del capital intelectual, deuda externa y globalización, análisis de contextos económicos, balances comerciales, fondos de inversión, mercados de valores, inversión en energía e integración energética, evasión fiscal, microempresas, empresas familiares, minería e inversión extranjera directa, economía social, etc. Estos estudios e investigaciones nos han dotado de la capacidad suficiente y necesaria para desarrollar trabajos de tesis en economía, en cualquier nivel, incluidas las “prestigiosas” universidades de Yale y Harvard.