Corregir una tesis
Uno de los trabajos más tediosos y desafiantes es corregir un trabajo de investigación ya armado. Nada parece venir bien, ningún contenido parece soportar una crítica meticulosa, todo parece débil argumentativamente y como es un proyecto personal, todo nos involucra personalmente y perdemos objetividad dejándonos llevar o por la complacencia o por la autocrítica feroz y excesiva.
Nunca una tesis será lo perfecta que soñamos, pero alguna vez tendremos que entregarla y al hacerlo, será examinada y nuestras ideas, evaluadas por otros, que las someterán a una crítica profesional y objetiva. ¿Qué hacer?
Conviene pensar una primera parte en donde dejamos que los elementos más espontáneos aparezcan, eso le da a los trabajos originalidad, frescura e interés. Los planteamientos no deben ser demasiado escépticos, pero tampoco estamos escribiendo poesía. Luego, hay que limpiar todo, una gran pasada en donde vayamos filtrando elementos que no corresponden, que son desmedidos, que no encajan, que no pueden quedar a pesar de que les tengamos simpatía, es el momento de hacer una gran revisión y despejarlo todo.
Entonces, llegará un momento en donde precisamos una mirada externa, alguien que pueda leer el trabajo objetivamente, dar una opinión no emocional y ubicarnos en lo que respecta al escrito sin emociones excesivas que dañen el trabajo de investigación por apegos emocionales.
Luego, a trabajar de nuevo y reconstruir lo que sea necesario, hemos filtrado, cortado, eliminado, reescrito, replanteado. Nuestra tesis va tomando forma y se han caído muchos lastres por el aire. Sin embargo, falta seguramente una gran lijada, un pulido profundo. De nuevo con nuestros asesores de tesis, para que podamos al fin, decir que nuestro trabajo puede ser presentado.
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