Desde un plano morfosintáctico, la tesina, tal como lo indica su pronunciación, puede considerarse como una hija de la tesis, un poco más austera en sus exigencias y requisitos formales, más flexible en cuanto a su esquema y modo de realización, pudiendo adquirir en algunos casos un abordaje ensayístico. De cualquier modo, cada casa de estudios terciarios y/o universitarios contempla y desarrolla su propia concepción de la tesina –o de las tesis-, atraídas por su formato más acotado y directo, en confluencia con los tiempos posmodernos en que la velocidad y la instantaneidad que logran los programas de inteligencia artificial –y los antiplagio-, instan a los redactores y escritores de tesis o tesinas a combatir denodadamente contra la tendencia deshumanizante que rige al rendirse los humanos a las capacidades de los dispositivos digitales.
En todo caso, la tesina seduce por parecer un diminutivo, sugerir el cumplimiento de un trámite simple, la brevedad y la disminución de escollos en el proceso investigativo puede contribuir a que muchos desertores, personas con dificultades o que tienen muchos obstáculos para alcanzar la concentración y dedicación que merece la elaboración de un trabajo que corona una carrera universitaria, se decidan sin embargo a emprenderlo, en colaboración con Sobretesis, donde siempre proponemos un trabajo común y un respeto por las indicaciones y consignas que se establecen a la hora de proyectar y contratar un trabajo de investigación, por más que la que requiere una tesina sea menos complicada que la demandada por una tesis, en cualquier área de conocimiento.
Los aspectos metodológicos de una tesis suelen estar sometidos a una revisión estricta de su coherencia y articulación con el problema de investigación y los objetivos definidos, y sobre todo, con la hipótesis formulada, en caso de que se intente corroborar o contrastar datos con lo ya investigado sobre la temática o problemática escogida. Esto no ocurre tanto con las tesinas. En Sobretesis hay un equipo que resuelve intrincados trabajos que han perdido el eje, y logramos encarrilarlos a partir de las sugerencias, correcciones y observaciones del tutor/a de turno. Sean tesis o tesinas, contamos con la experiencia y disposición a sacarlos adelante, siempre con una propuesta que intenta a la vez ser didáctica, con la modalidad de taller que acompaña al tesista en el camino de investigación y/o escritura, asegurando de este modo la aprobación, y brindando herramientas para la defensa oral, como la elaboración de sofisticadas presentaciones de los trabajos –ya sean tesis o tesinas- en PowerPoint.
En definitiva, las diferencias entre las tesis y las tesinas pueden ser cualitativas o cuantitativas (de nivel de desarrollo y elaboración, así como de cantidad de páginas), pero forman parte de un mismo producto, una misma idea o prueba final para que los círculos académicos y profesionales den cuenta de la idoneidad y probidad intelectual de los egresados, y de quienes van a insertarse en un mundo laboral que seguramente pondrá en juego las competencias adquiridas a través del trabajo final, ya sea de grado, maestría o doctorado.

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